domingo, 14 de junio de 2015

POETA 2.0

-Estoy aquí para ser poeta.-Dicen los que llevan camiseta
y visten cerrado el corazón.

-Estoy aquí, para clavar las palabras a la boca,
y el verso a la navaja del recuerdo.-Dicen los que aúllan sentimientos
sin que se entienda
de nuevo
el estupor.

-Porque ahora, mi lengua es la de todos.
¡Yo he venido de Kripton!- bravea babeante.- ¡A traer la leche que rellena
el mundo!
Yo, que me pinto letras en los ojos y pienso vestir gorros de bohemio:
poetas, os insulto.

Por eso soy poeta:
porque sigo una marca indisoluble
de lo anteriormente buscado por los grandes.
Soy poeta.
Yo, que llevo el arte grabado en el estanque de tanta repetida
ensoñación.

Lorca me respeta.

Soy poeta, puedo nombrarte
trescientos apellidos sin apenas
desnudarte
y aún así, te arqueo hasta tocarte

caliente con mi voz;

y soy poeta.

Porque cojo el micro
con la mano con que llago mi polla
y grito gilipollas a los nuevos justicieros.
Porque me alaban
las prepuberes amantes de Mario,
el nuevo hombre-florero.

Soy poeta- lo avalan mis diez libros.- porque conozco a los cantantes
que se estrenan,
además de a las sirenas
de los hombres que padecen
los eternos jueves,

por el sexo rubio de una húmeda morena.

Así soy. Poeta.
Me limpio brillante en la ignorante cabellera
de los que ahora se sacian con poesía.
Y me sorprende que comparen a un cantante
que repite diez veces "Amor, amare, amavi, amatum"
con las letras
de los que en guerras salvan vidas.

-Estoy aquí para servir a la belleza. -Pero solo escribo de amor de algunas horas,
de momentos repetidos con heridas,
de la libertad que no conozco.

-Alejandra, ¿Qué hacemos con el miedo?

A estos relucientes y brillantes trovadores del gran 2.0,
deberían mostrarles la verdad,
la belleza en su rabia y desenfreno.

Tal vez, entender varias corridas;
de la tinta
                                                        -Caminante, no hay camino,
                                                                             sino polvo y cieno-

Hoy me limpio el culo con sus rimas,
por qué, ¿Quién coño dice ser poeta?
Quien, creo,
                    no entiende a La poesía.


D.F.

lunes, 1 de junio de 2015



TANGENTES

No te protegeré del mundo,
yo tengo sed también de sorprenderme.
Cuidaré tu llanto y tu figura
en las tardes heridas de domingo.

Pero no haré de mi cuerpo una armadura,
ni tampoco dejaré que vayas
por el lado oculto de la acera.

Quiero que sepas que te aprendí libre
porque yo busco ser pájaro en tus alas.

Jamás seré tu dulce caballera, tu enamorada Polifema
de una sola mirada delirante y obsesiva.
No voy a.
No quiero que me salves.
Solo, firmemente, quédate conmigo.
Aprendámonos tangentes, poderosos,
estudiantes que apenas conocen lo que puede leerse
en una trémula anatomía.

Sabes que no voy a darte mis rodillas
para que las tuyas no sangren;
quiero heridas, mi amor,
te quiero jodido y valiente y no,
                                                            ni de coña,
ni en la sala de espera de una triste oficina,
ni en la cúpula en que viven los idiotas
que se creen superhéroes,

                                             mataré monstruos por ti.

Nunca hará falta.


Diana Forte.

DISTURBIOS



          DISTURBIOS 

Te quiero porque he aprendido
a no mirar,
para poder verte
como solo tu puedes ser conmigo.
Te quiero
y entre tus manos, agotada libertad,
me siento atenta ante los ríos del mundo.
Te quiero y lo sé,
la vida es densa y breve, y yo
no tengo el valor para renunciar
a las cosas bellas.
Te quiero aunque no te quiera,
aunque me cueste la palabra,
la locura.
Te quiero entre los demonios
y los amados monstruos
de la sed de soledad.
Como solo puedo odiarte, te quiero.
Diana Forte.


¡ESTAMOS RODEADOS!

"Tan valientes de la boca al vientre
prendimos fuego a las calles en tardes como de lluvia,
como de espanto, 
como de viento que llorase. 

Tan puros con aquellos pasamontañas, 
rozándonos los dedos antes del estallido, 
leyendo revoluciones 
mientras hacíamos el amor 
                                        
con la nuestra en las ventanas. 

Tan vivos, tan duros, 
tan estudiantes de un mundo que moría
con el pellejo del recuerdo colgado en nuestros párpados. 

Luchábamos así 
la inocencia de las horas nocturnas.

Pero se ha ido la ceniza de las calles, 
el polvo y el pájaro que cantaba en los graffitis. 
Los días de gritos en las universidades. 

Hemos sido sustituidos por robots 
que emulan el sonido del amor 
cuando los tocan. 

Hemos bajado la guardia y 
refugiados 
en los salones silenciosos de la culpa, 
seguimos mirando a través de la ventana;
tristes, 
con la pena del pasado, 

con la pena del presente y del futuro. 

Ya no nos asimos a los ojos, 
pero ellos mismos 
se buscan en la fuerte noche de secreto: 

"Que alguien arroje la primera cerilla. 
 Que empiece de nuevo la existencia."


DIANA FORTE

Pero nunca me deshago de mi viejo yo, solo lo reinvento

Hoy es uno de esos días como esos días en que uno se escribe algo torpe para recordar en el futuro. Aunque ni siquiera sepa de qué futuro esté hablando. 
Hoy es uno de esos días en que uno llora los soles que ya han caído por el balcón de otros. 
Llora los días de verano y esos amigos que no volverán pero que siempre estuvieron.
Se hace pesada la hora de la cena en una casa vacía de recuerdos que no pueden regresar,
pero se sigue sonriendo como un gran idiota perdedor 
que ahora sabe que lo ha ganado todo.
Y siempre lo hará.
Así me siento, sin la obligación de tener que escribir, pero con la necesidad de tener que desvestirme 
delante de este texto. 

Con los perros, con mi perro, perdón, en las alforjas de mis ojos, corriendo a destiempo detrás de su saliva. 
Dándome los buenos días; diciéndome: eres joven siempre, siempre lo serás ante mi mansedumbre. 
Este es uno de esos días en que el mundo arde pero nadie se da cuenta, 
las franjas azules del pueblo cortan el aliento a los que sueñan 
y les hace heridas en los párpados hasta dejarlos pasmados. 
Echan de menos todo lo que odiaron de sí mismos, todo lo que vieron en otros que admiraron y,
 todo lo que entonces detestaban, de repente, 
cobra el cariz de un buen cuento, abriéndose en canal como una foto sin temor a pesadillas. 

Hoy es uno de esos días en que el cerebro pica como no picaba desde hace inviernos.
En que canto a la madre de todas las madres: la mía; y la amo y la venero por ser eternamente mi gran diosa. 
Hoy, como ayer, los versos 
nacerán un poco más cansados, más pesados, furibundos y amarillos, 
pero seguiré cantando. 
Esa es la rutina de mi vida. Vivir tan fuertemente que no duela tan solo el estallido, 
que la melancolía sea el paso abierto a otros tantos días de verano.

Así es como pienso recordar lo que he sentido. Las infidelidades, los vahídos, las golpeteadas de pecho en las aceras, 
las borracheras de noches y de día, las horas en que no me quise tanto. 
Así es como renaceré cada vez que quiera perderme, aunque sea un poquito. 
Sonreiré sola con el nudo en la faringe y las cosas delante de los morros: bizcas y felices. 

Hoy es uno de esos días en que nada importa más que este misterio, este deseo de continuar la vida, de no bostezar ante lo bueno. De no ponerme más la zancadilla, descubrir que hay montañas de desvelo, cumbres que me esperan todavía. 
Besos sin más miedo. Poemas que gritarles sin la rima.

Ya, ahora,"Que hoy es siempre todavía, que nunca nos gustaron las despedidas...pero si las quimeras."



Diana Forte.