¿Y sabes? Me he vuelto mil veces contra mi, y esta es una de ellas.
Lo sé perfectamente, reconozco una crisis cuando la veo.
Y ahora mismo sólo deseo comer y beber para hacerme sentir como una mierda.
Porque estoy pidiendo amor a gritos, joder. Se que estoy sufriendo
la puta ansiedad porque deseo con prisa que alguien me quiera
para olvidar que yo puedo hacérmelo mejor, que yo puedo ser la
dueña de todas mis putas causas. Y, ahora, me cuesta volver atrás,
decir que no, rezar un rato con los ojos cerrados -a ver si por fin creyese en Dios-
y, por supuesto, me cuesta abrir los putos párpados y no ir
corriendo a por una botella de Whisky para prenderme fuego y despertar
besando a otro tío con sabor a ceniza y coño de rubia.
Akata.
Te
mojaré como la hierba, porque tu eres invierno, amor, y el frío
quema tanto como un labio. Te pido que en la calle no te dobles, que
me des la mano fuerte y cortes la sangre, porque mi corazón está
loco por la herida, y no sé ya si podría sobrevivir a otro sol
desmedido en esta parte. Te diré que no pensé nunca en decirte que
vinieras, que nunca pensé que yo me iría a ese lugar donde estás
cuando te marchas, y bebo negra la cerveza para celebrarme el daño.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKQ5DU7jgBC99V77QsOlkAkvy9nHXI7J64hekNtXnqh0to0BP4oQx1k_jc80ssbTGE3b4g07-AQpVuke0uM5ZWW8yiJ3JKSk2EJuwR-Smd__8YLaqwrc8FvzQVPeuR4nWDU3qIucMcrQw/s1600/Parque-Kruger-II-102.jpg)
A veces, te pido húmedo y vibrante, porque sabes que en tus ojos la
soledad del árbol ya no crece en hojas; está pelado y sólo; y
jodido y triste, te babea el nombre con mis letras. Así es, por
aquello es que te quiero descalzo, para que el hielo te cubra como me
cubre tu ausencia. Siempre sentiré nostalgia de todos los lugares en
que las cejas mezclaron horizonte y sueños. Te mojaré, mi amor,
como hizo conmigo la lluvia desastrosa, y entonces, tendrás que
regresarme la impaciencia, la certeza de que algún día existirás,
para que pueda escribirte estas palabras.
Akata.