-Estoy
aquí para ser poeta.-Dicen los que llevan camiseta
y
visten cerrado el corazón.
-Estoy
aquí, para clavar las palabras a la boca,
y
el verso a la navaja del recuerdo.-Dicen los que aúllan sentimientos
sin
que se entienda
de nuevo
el
estupor.
-Porque
ahora, mi lengua es la de todos.
¡Yo
he venido de Kripton!- bravea babeante.- ¡A traer la leche que
rellena
el
mundo!
Yo,
que me pinto letras en los ojos y pienso vestir gorros de bohemio:
poetas,
os insulto.
Por
eso soy poeta:
porque
sigo una marca indisoluble
de
lo anteriormente buscado por los grandes.
Soy
poeta.
Yo,
que llevo el arte grabado en el estanque de tanta repetida
ensoñación.
Lorca
me respeta.
Soy
poeta, puedo nombrarte
trescientos
apellidos sin apenas
desnudarte
y
aún así, te arqueo hasta tocarte
caliente
con mi voz;
y
soy poeta.
Porque
cojo el micro
con
la mano con que llago mi polla
y
grito gilipollas a los nuevos justicieros.
Porque
me alaban
las
prepuberes amantes de Mario,
el
nuevo hombre-florero.
Soy
poeta- lo avalan mis diez libros.- porque conozco a los cantantes
que
se estrenan,
además
de a las sirenas
de
los hombres que padecen
los
eternos jueves,
por
el sexo rubio de una húmeda morena.
Así
soy. Poeta.
Me
limpio brillante en la ignorante cabellera
de
los que ahora se sacian con poesía.
Y
me sorprende que comparen a un cantante
que
repite diez veces "Amor, amare, amavi, amatum"
con
las letras
de
los que en guerras salvan vidas.
-Estoy
aquí para servir a la belleza. -Pero solo escribo de amor de algunas
horas,
de
momentos repetidos con heridas,
de
la libertad que no conozco.
-Alejandra,
¿Qué hacemos con el miedo?
A
estos relucientes y brillantes trovadores del gran 2.0,
deberían
mostrarles la verdad,
la belleza en su rabia y desenfreno.
Tal
vez, entender varias corridas;
de
la tinta
-Caminante,
no hay camino,
sino
polvo y cieno-
Hoy
me limpio el culo con sus rimas,
por qué,
¿Quién coño dice ser poeta?
Quien,
creo,
no entiende a La
poesía.
D.F.