Yo creo que, religiosa o no, toda persona debe tener fe, especialmente ese tipo de fe que nos mantiene y nos llena algo más que la boca.
Este poema está dedicado a la fuerza de la montaña y su belleza. Y también a la fe y el respeto que siento hacia toda ella y que, muchas veces, nosotros los hombres, tendemos a menospreciar.
TAN LEJOS...
Estáis tan lejos, hombres,
corruptos hierofantes;
tan lejos de la bruma y de la sombra,
del olor del pino y su silencio
del ave que en la roca se desmonta,
del vuelo que en su roce prende el cielo.
Tan lejos del clamor de la prehistoria
del pie y su golpe fuerte entre los credos
que la roca y la madera
en su memoria
nos permiten con su voz dulce de viento.
Tan lejos, hombres,
de quienes sois y
lo que os nombra.
Tan lejos, también, del eco etéreo.
Tan testigos e ignorantes
de tu obra, Bosque Antiguo,
Padre del mar noble de los reinos.
Tan lejos...
D. FORTE
La mediocridad, el vacío, las libélulas azules los días de lluvia. Las naranjas podridas, el fracaso, los sueños enfermos, la vanidad y la evidencia. Aquí yace el miedo transformado en rabia, en ira, en verso y algo más.
viernes, 3 de julio de 2015
miércoles, 1 de julio de 2015
TU DICES QUE HEMOS SIDO UN SUEÑO AMOR...
Tú dices que hemos sido un sueño, alma mía,
y
que ahora toca desvestirse
para
recibir el daño.
Tú
dices que hemos sido aire, agua entre las manos, un vahído.
Y
es verdad que hemos soñado
que
soñábamos la vida.
Y
así, hemos regresado a la tristeza,
más
vivos y felices,
sabedores
de existencias que no pudimos imaginar
hace
unos meses.
Abrazados
a la certeza de que un alma nos cuida en la
belleza
de nuestras pesadillas,
en
la distancia de la luz que alumbra los apuntes
en brotes de ceguera.
Hemos
sido un sueño pero,
¿No
es soñar algo pactado y generoso?
¿Una
especie de visa con dinero
para
poder calmar nuestra desdicha?
La
muerte está en el "No" y su ángulo recto.
Tratado,
té lluvioso, fiel poesía.
Así
que, ¿No somos lo mejor que hemos podido?
¿No
nos queremos, amor, no nos quisimos?
Tu
dices que el mar ha sido un sueño,
alzadas
alas de las olas que hoy nos ven dormidos.
D. Forte.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)