Sobre el banco del parque
sangra el suicida.
Diana Forte.
A mi abuela.
Como la antigua
voz del arce púpura,
llegan tus manos.
Diana Forte.
La mediocridad, el vacío, las libélulas azules los días de lluvia. Las naranjas podridas, el fracaso, los sueños enfermos, la vanidad y la evidencia. Aquí yace el miedo transformado en rabia, en ira, en verso y algo más.