Estamos jodidos, ya lo sabíamos incluso antes de empezar.El tiempo pasa factura, nos desenvolvemos como pequeños roedores en una gran ciudad, a hurtadillas entre pies a punto de aplastarnos. Caminamos casi sin sentido, por sistema, intentando llegar a algún lugar, intentando no encontrar de nuevo un nombre a la vuelta de la esquina, pero es inevitable, todo es inevitable. El frío, el viento, la lluvia...Nunca llegan cuando nosotros queremos, simplemente aparecen y están, nos mojan, y se largan. Así son los instantes que nos conforman, vienen, nos calan y se convierten en historia.
Estamos jodidos por que mientras tengamos cerebro, tendremos memoria, y mientras tengamos memoria, habrá un pasado al que volver, sobre todo si ese pasado pertenece al presente. Y en los bares, que ya no son más desconocidos para nosotros que nuestra propia casa, retomamos la demoledora acción de llevarnos una y otra vez la copa fría a los labios, saboreando los pedazos de hielo que quedan en el borde, comprobando que aún quedan resquicios de un ayer entre las gotas de alcohol y la memoria. Hazle caso a tu intuición, estamos jodidos, tanto tu como yo, y para siempre hasta que tengamos los cojones de mirarnos a los ojos y decir basta. Estaremos jodidos hasta que de verdad acaben las guerras, los silencios y los odios.
Este mundo está jodido por personas como nosotros, o no.
Pesa y pasa.
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