jueves, 30 de agosto de 2012

Largos días de noviazgos

Una mañana, Él, se dio cuenta de que estaba enamorado del mundo en su totalidad, no de una persona en concreto, y de que no se sentía para nada un gran capullo, o uno de esos que tienen que pedir disculpas por amar a la chica con la que se han acostado una sola noche. Él, de hecho, pensaba que era mucho más cruel el amor que intenta perpetuarse para siempre como algo natural, que el amor gratuito y sin esperas de ningún tipo; consideraba ficticio el mundo que las parejas se creaban, y esas estúpidas frases aburridas que muchas de ellas acababan repitiéndose por sistema.
Él sabía exactamente que profundo secreto escondía un "te quiero" o "te echo de menos", y no necesariamente se engañaba a si mismo repitiéndose<< para esto tengo que tener a mi lado a alguien especial, tengo que tener un alma gemela, un otro yo que me complemente.>> Eso era un absurdo. ¿Porqué no podía el hacerle el amor a la rubia del viernes pasado o a la chica morena de la biblioteca?¿Porqué si las acababa de conocer sólo podía "follárselas"? Él no quería sólo follárselas, el quería descubrir la millonésima diferencial que las distinguía entre todas las demás, quería encontrar en sus cuerpos algunos pequeños desperfectos y aún así seguir diciéndoles lo afortunado que se sentía por haberlas conocido; el quería colmarlas con palabras, compartir inquietudes, verlas vibrar como si fuesen los seres más extraordinarios puestos sobre la faz de la tierra. Cada mujer era un ángel único que había que descubrir, y él lo tenía tan claro que no entendía  porqué esa gente decía que el no sabía lo que era el amor.
¿Y qué coño sabían ellos del amor? Si para ellos el amor era dejar de salir con los amigos por temor, mirar al suelo del bar cuando una chica bonita pasaba por delante, sentirse en la obligación de contentar a otra persona, enfurecer si su compañera quedaba con otro hombre, desconfiar a todas horas, fingir a todas horas, sufrir a todas horas.... ¿Porqué ellos se creían en potestad de juzgarle a él, que lo único que quería era hacer feliz a la persona con la que estuviese, ya fueran diez minutos o cuatro días? -Al menos su corazón latía por la verdad, hacía y decía en cada momento lo que sentía, no tenía que dar un abrazo desacertado o inventarse una identidad para gustar a nadie, sencillamente se mostraba ante ellas sin temor a equivocarse, con la fiereza del que enfrenta el mundo aún sabiendo que en ocasiones le saldrán heridas.

Por alguna extraña razón, le parecía que el amor en el siglo XXI era una farsa, otro producto televisivo inventado para controlar a las masas. Incluso la gente se permitía el lujo de decirle de qué forma debía sentir o cómo hacerlo y con quién. ¡Venga ya! ¡Cómo si uno tuviese un manual debajo del brazo para cada situación!;Y la experiencia precisamente.- consideraba él.- hacía a las personas prudentes antes de dar consejos sobre sentimientos. El que había experimentado el placer y el dolor del amor, sabía de sobra que no debía dar una disertación sobre nada, porque no había reglas escritas o instrucciones que dijeran que algo era completamente acertado o algo completamente erróneo. El que había pasado por aquello, comprendía que el encuentro de otro ser humano era un paso a tientas.

Él lo sabía, o eso quería creer, y había decidido que iba a enamorarse siempre que pudiese, que iba a disfrutar entendiendo que el amor era efímero y que no se trata de lo que nos niega o  nos vela, sino de lo que nos brinda y nos da sin reservas. Él iba a atenerse a esas ideas, iba a defender esas ideas, y si por alguna extraña razón un día cualquiera, sin proponérselo, se daba cuenta de que había suplantado su amor universal para focalizar todas sus emociones hacia una persona, bueno, siempre podría suicidarse o marcharse del país. Para eso además tampoco le faltarían consejos o reproches, pues todo el mundo siempre estaría dispuesto a decirle como debía actuar o llevar su vida.

Akata (inspiración de diez minutos)

3 comentarios:

  1. El amor no existe, el amor como tal como desinterés es imposible de que se de. Sólo existe el pacto entre seres humanos, un acuerdo para aliviar tensiones o para calmar instintos ya sea sexual o maternal........ en cambio el enamoramiento es real, es furia, es locura, es deseo, es intinto..... es maravilloso........
    Luego lo de follar es cuestión de muchos facotores y una gran dosis de suerte.......
    Un beso y perdón por la sinceridad pero preciosos labios mon dieu........

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  2. Yo no creo que el amor no exista, si bien es cierto que hay un interés, pero por ejemplo en una amistad el amor que sientes hacia un amigo es desinteresado en cuanto a que no le exiges que sea de una forma diferente a la que es. Lo quieres tal cual, aunque no te gusten ciertas cosas suyas, y el interés únicamente viene de enriquecerte de lo que esa persona pueda aportarte. Sin embargo, cuando se trata de las relaciones de pareja las exigencias son mucho mayores, incluso se confunden con obligaciones y se pide al otro que anule ciertas partes de si mismo ( a veces inconscientemente) para que encaje con el otro.

    Yo lo que digo es que el amor ahora está deshumanizado, y es tóxico y mentiroso.

    Lo que quería explicar aquí un poco es que estoy de acuerdo con que no tiene que haber sólo un prototipo de persona enamorada o que sienta amor, o que no sólo por follar una noche con una tía es sexo vacío, que puede haber algo más, aunqe sea por un espacio de tiempo muy reducido y sólo en ese instante. Pero bueno, me gusta que haya opiniones de todo tipo y que cada uno tenga su concepción.

    Y por favor, nunca, nunca jamás pidas perdón por ser sincero!:) Muchas gracias por tu opinión Capitán.

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