(PASARELA GARCILASO)
"En tanto que de gesto y autoestima
se muestren los cimientos de tu nombre
procura que las dudas no te asombren:
encima de tu miedo hay purpurina.
En tanto que la piel calle dolores,
el muslo insista, el pecho siga alzado
y en tanto que perfumes, luz, aplausos,
París, Milán, Madrid, Berlín o Londres.
no pienses nada ahora, date prisa,
es el momento de correr a escena,
tú simplemente ve, posa, respira.
Caminará por ti la edad ligera,
todo va a sonreírte en esta vida
mientras parezcas joven y perfecta."
Andrés Neuman.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSO-4Kvd3Hh1V9l8QBI69WmlyWkrohzngMQ2hi1hVv-ZOuZy-RR5_339POyuLMuKLz8SPsYUlt5SWyTKF8ihRXaBFlqBTvtR4sqpCMnq9uWD7qPUc60cjQXWzT9sR4wPJiLCGJjHhNMEk/s320/IMG_20130511_002654.jpg)
(PASARELA EXTRAPOLADA)
Bueno, Neuman, entre el pánico y yo ya nada brilla,
Dijiste purpurina y huelo a miedo.
¿Por qué en la oscuridad menos me temo,
y luego en el diván no hay aspirinas?;
sino palabras, ¡Palabras!
¡Todo rimas!
Como muerte y tiempo, juventud y corrida.
Hablo con Granada cuando leo
en tus poemas,
pero las dudas
me asombran siempre. Son mentira.
Neuman, no hay gesto suficiente a tanta huida,
ni muslo que no grazne, ni pecho que no diga
que, a veces, en la noche,
también hay que apagarse.
Y, sin embargo, viva,
como al subir a la terraza,
leo un poema en el cielo sin estrellas.
Voy, me toco el sexo hasta la rabia;
y te escribo atentamente, ya sin pena:
Neuman, ni con prisa, ni con luz y pasarela
podrá morir la llama que me inunda,
el fruto nunca niega que se pudra,
pero el fuego hasta en la muerte
prende y riega.
Respiraré, iré, sin pose alguna,
y si es verdad que la vejez es una deuda,
que me pille aún
escalándome la luna.
Joder, Neuman, dijiste: esta etapa es lagartija.
Y mamar y sudar,
y también sufrir sin prisa.
Pero, vaya,
esta tarde me has pillado,
y encima de mi todo
hay brillantina.
No temo que el futuro me haga estragos,
mientras dentro de mi pecho haya poesía.
Akata.
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