SEVILLA TIENE UN COLOR ¿ESPECTRAL?
Diario del día número quince:
Sé que me lo he inventado
porque aquí el tiempo no tiene límites. No puedo dejar de pensar, mientras veo
películas y escucho el silencio del lugar en el que me encuentro, que esta va a
ser la morada de mi soledad el resto del año. Voy a quedarme aquí para
contemplarme todas las noches muerta de miedo y echando de menos todo lo que
una vez creí insuficiente. No puedo dejar de pensar " estoy tan lejos de
casa. Estoy tan lejos. Tan lejos." Tengo un pánico atroz a olvidar el olor
del galán de noche del restaurante que está justo antes de llegar a la puerta
de mi hogar, de olvidar el río, mi río feo con palos y suciedad que envolvía
las tardes y las hacía poderosas, diferentes al resto de tardes de cualquier
parte del mundo. Lo cierto es que no pertenezco a ningún lugar en el que he
estado, ni a ninguna persona en la que
he vivido. Pero extraño tanto mi ciudad, los árboles, el frío del invierno y su
humedad calándome hasta los huesos... Tengo tanta morriña de los ojos conocidos,
de los bares donde he vomitado y he besado y he reído de madrugada cuando ya
creía que la noche había dejado de tener sentido... Lo echo de menos todo. Y es
tan difícil explicarle a alguien que no eres tú la diferencia entre odiar y
sangrar, sufrir y agacharse para recoger los pedazos que nos quedan. Estoy tan
alejada de lo que soy, de quién soy y de quién pueda mirarme a los ojos con la
intención de descubrirme, que no sé si algún día voy a reventar por dentro y
voy a desaparecer sin dejarme ni rastro.
Érase una vez el pasillo más largo de la noche
hasta la puerta harta del círculo blanco del silencio
allí una dama de largos cabellos rojizos y trémulos
Se alza a la espera de un segundo barco.
<<¡No hay barco!>> Gritaba la voz de un marinero
desde
el salón profundo y tormentoso.
Érase una vez el miedo en forma de lugar amaestrado
y sorprendido.
Yo no soy de aquí, es la extrañeza,
vivo de los recuerdos de todo lo que me queda,
de nada
lo que me queda
lo que el silencio clama,
lo que la lluvia dice
que vendrá mañana y no llega.
El sol se ha esfumado, la calle tiene el corazón de otro,
pero no lo recuerdo,
y quiero volver a mi hogar,
a ver la risa de mis padres,
el llanto
de mis sueños,
Quiero volver a sentirlo todo.
Diana Forte.
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