La mediocridad, el vacío, las libélulas azules los días de lluvia. Las naranjas podridas, el fracaso, los sueños enfermos, la vanidad y la evidencia. Aquí yace el miedo transformado en rabia, en ira, en verso y algo más.
domingo, 27 de octubre de 2013
El té en que todo acaba
Leer con tanta luz es blasfemar, igual que besarte sin poder sentir tu piel bajo la ropa. La poesía me recuerda la verdad: nunca fue tu herida nudo de mi boca.
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