domingo, 22 de junio de 2014

De las formas de describir un qué


·No como algo enfermizo y loco. No estoy pensando en ti como en las cosas pasajeras, con la urgencia que apremia sólo lo deseado. Te estoy encontrando en las páginas de los libros que se me ha olvidado mojar en la piscina. Lento, relamido, sonriendo. Así apareces ahora, así me guío por los entramados de tu recuerdo. Ya no busco saciar el vacío de mi hambre acompañada, no voy corriendo a ti como al perder un autobús. Te encuentro en mi cabeza sentado, pensativo, como si hoy fuese Dublín y el Stephen Green tuviese un sol amarillo hecho de la calidez de un paseo de Roquentin. Así me doy cuenta de que no eres la comida loca de las seis de la mañana de un día de borrachera. -No algo liviano y transparente.- Eres el sueño reparador de después, y su dulce y a la par extraño embotamiento mental por la resaca.




Akata.

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