domingo, 18 de diciembre de 2011

El silencio antes del anochecer


Se apagó una luz.

Hoy, como ayer,miré al cielo por la noche para contar las estrellas, para buscar la que siempre brilla más fuerte y más soberbia, y no la encontré. Rebusqué por los alrededores del firmamento y tras las nubes, pero ya no estaba. Se apagó una luz, una luz insignificante que para casi todo el mundo pasaba desapercibida, la luz de una de las miles y millones de estrellas del universo infinito. Se apagó otra de tantas, y a nadie importó;Pero yo si lloré, me di cuenta de que en su lugar, en el lugar que había ocupado el lucero más hermoso de cuantos hubiera visto, había un hondo vacío hecho de oscuridad.
Se apagó mi luz, mi dulce estrella, la que me acompañaba a correr las noches de verano y, la que me cobijaba en el mirador en las noches de invierno. Mi pequeña, mi soberana, la más radiante de todas las luces, la que iluminaba mis pasos al volver a casa de madrugada, la que me cantaba versos en las noches de miedos y me cogía de la mano con tanta fuerza que a veces creía estar ardiendo.
Mi blanca y particular luna murió,murió ayer o antes de ayer,que coño se yo, y no pude estar con ella, extender mis dedos una vez más para atraparla entre el dibujo de mis manos. Se apagó una luz que no era nada, y a mi me duele el pecho como si fuese a estallar en millones de gusanos.La echo tanto de menos...siento tanta pena, tanta...

Luz, mi luz se ha apagado, la que creí que nunca extinguiría.¿ Cómo sobrevivir a la catástrofe?¿Cómo anudarme el alma al cuerpo ahora y abrazarla para que no escape?

Cuando muere una estrella, muere alguien.










·Partí de ti para volver al ocaso.



Akata.

1 comentario:

  1. Nuevamente tus letras golpean mis circunstancias, casualidad de efecto resonante y amplificador.

    Navega por mis venas una frase pérdida: "amarte como está escrito en las estrellas". Qué oscuro imaginar que le faltarán letras al libro de este ancestral designio, quizás sea cierto que nos robaron las señas arrastrando aquellos luceros a la noche. Quizás solo cayeron en un eterno letargo.

    Qué sea sólo un sueño...(diría tu nombre, pero no lo sé) y que despierte tu estrella desde dentro, y que te cante tus versos nocturnos, y que ilumine tus pasos hasta ella.

    ¡Qué grande eres!

    Un abrazo.

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