lunes, 28 de mayo de 2012

 


BUENO, DESPUÉS DEL INVIERNO SIEMPRE LLEGÓ EL VERANO


 Te quise, oh, bien saben los hados cuanto di de mi a tu nombre, que todas las letras
se pronuncian diferentes.
Te quise, y me entregué sin esperar a Godot, ni a tu amor,
ni a tu risa.
Las distancias me las tragué con las lágrimas nocturnas, porque
te quería.
Escribí los versos, fruncí el ceño y aún así te quise, devoré tus sonrisas para
alimentarme en la desidia,
resurgí del fuego por tus días, por no dejarte sólo, por no morir de hambre de quererte.
Y aquí estoy, más vagabunda que otra cosa, escuchando al corazón decir: Lo siento.
Yo te quise, vida mía, te quise eternamente y sin silencios.
¿Y tú, me quisiste?¿me quieres todavía?
¿Porqué las farolas se han fundido?¿Dónde está mi calle, mi casa, nuestros hijos?
¿Dónde está el vestido blanco de domingo?¿Las caras en pantalla bajo sexos tibios?
¿Y que he hecho yo para no odiarte?¿ Y cómo, qué hice yo pa´no quererte?
Porque me engaña el dolor y siento vértigo, tu ausencia en mi pecho me lo advierte.
Te quiero en otros cuerpos,
un vaso se desliza por mi vientre,
amo la llama y tu eres aire,
dos carbones negros se relamen, y yo ya no te quiero, ¿ y si te quise?
No te quiero, no te quiero.
Duele, ¿sabes?
Porque quise quererte todo mío, busqué hallarme en Galway contigo, como dos troncos deslizándose entre piedras, aferrándose al destino, a madreselvas;
 a la certeza de saberse unidos.
El amor pudo conmigo, cielo mío, el amor me dio en la sien una mañana, al bajarme de la cama al desayuno. Dijo el reloj: es tiempo de navíos.
Estoy llorando, ¿porqué no me consuelas? La vida no me sirve, sólo oígo el frío.
Estoy llorando y no te quiero, nunca. Estoy llorando a mi cadáver, en los márgenes: hastío.
Yo no quería no quererte ¿sabes?
Te amé mal ¿quién pudo decirlo?
Si te hice daño fue serpiente y no la sangre
yo puse oro, esmeralda y zafiro.
Fui el perro en la calle famélico de llaves
con los metales mojándome el hozico, hubiera dado mis piernas por tu carne.
Ahora mis piernas son lo único que escribo.
Y te quiero en el recuerdo, amigo mío, que pronto  no será más que lamento.
Sufriré mi desdicha como es propio, por no saber amarte, alcohol amargo.
Más también digo: no me verás borracha ya en los bares, ni
encontrarás las pruebas del delito. No tendré que caer para encontrarme,
y seguiré caminando aunque me niegue.
Se abrirá el yo que me robaste, y blandiré la espada si es preciso.
Contra el aire que eres en mi mente, habrá fuego derretido y liso,
aplastándote sonriente y agradable.
No se si me querrás, o si es lo justo,
más ahora no puedo ya ayudarte.
Sufriré y amaré, aunque te extrañe. Por que te quise, ¿lo sabes?
Yo te quise ¿lo sabes?


Akata






30 Seconds To Mars – The Story

No hay comentarios:

Publicar un comentario