lunes, 19 de agosto de 2013

Instrucciones para no ahogarse sin morir



Soy espuma mecida. 
Ahoga. 
Soy un negro intenso sobre un punto flotante. 
Soy el punto;
el océano es la madre. 

Blancos corales surgen 
un baile de frío
y desaliento. 
pero empuja, empuja fuerte
y los peces 
tibios, sonrientes, 
anudan la nada a sus extremos. 

Tan insignificante un verso ahora...

Olas y olas y olas en la noche, 
en la parte oscura de la noche. 
Si a veces llorase con los brazos abiertos...

Pero allá, a lo lejos, 
diviso las montañas, 
el oxígeno;
apuesto a que la arena 
no se escribe. 

Vaivén, vaivén, vaivén tan tierno...

Unos ojos, tal vez un mito griego, 
adornan mi estómago
mi ombligo. 
Un mástil de tiniebla 
y allí nadie canta envenenado.
Las burbujas son licor para esta tráquea. 

Un avión. 
Silencio desde el fondo. 
Un avión. 
Y el coral blanco va muriendo
Olas y olas de calma al fin, 
de este mar enfermo al fin 
que cura las retinas. 

Sales hacia dentro. 

Esperma de la vida. 
No hay mayor verdad. 

Empuja, empuja fuerte, 
dame el beso que Ulises 
nunca tuvo. 

Vísteme de abismo para siempre. 





Akata. Yecla 12/08/2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario