jueves, 4 de septiembre de 2014

Metáfora del No


"Y miedo —y asco— a estos versos mismos;
versos como los que un grandísimo poeta,[...]
 denominó—en circunstancias que imagino parecidas—
certera y dolorosamente «degenerados»."

Roger Wolfe




Tengo miedo, ¿Qué esperabas? Voy sin freno a todas las esquinas. Espero toparme con algo incandescente. Tengo miedo. Ese es mi dogma. Lo sigo a rajatabla cuando enfrento la vida, cuando salto en el aire, cuando río, cuando estorbo; tengo miedo. Tengo miedo y me acuerdo de él a todas horas, porque él es mi amante, y yo soy su pequeña chica desnuda con sombrero de hongo frente al tocador. Me miro los pechos y pienso que nunca más serán tan firmes, tan tersos. Tengo miedo, sí, ¿Y qué importará eso ahora? ¿Y bueno, qué? ¿Miedo de dónde? ¿Miedo de ti? Miedo del mundo, de no ser suficiente para nada. ¿Miedo?Lo ridículo es no poder hablar desnudo ante alguien, y querer bailar con lobos siendo un ave, y querer cruzar la acera siempre en verde, y esperar que me esperes esperando. Quiero ser lo que soy, monstruo y miseria, arteria y sangre. Fuerza, suspense, tierra y carne. Libertad. Quiero ser sin miedo a no ser nada. Tengo pánico al amor, soy humana a ratos. Quiero lo que no puedo escuchar, y saboreo lo que nunca he masticado. Me recuerda la verdad que habrá algo más. Tengo miedo, como escupió Montero "creciendo hacia lo exacto". Cada vez que canto, cada vez que doy un paso más, tiemblo y sonrío, y pienso, "Bah, ellos deben estar tan aterrados..." Soy el miedo y por eso ya no tengo. Me oculto, me  vivo y también sueño. Soy ser sin él soy sin soy ser,

y tengo miedo. 






Akata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario