jueves, 11 de septiembre de 2014

Y no podrá...



















Y no podrá tu mano recoger mi mano, 
y tu verso recoger mi verso,
y los ojos serán dos luciérnagas
que apagan 
las flores de febrero. 

No traerás el concierto a voz en grito, 
ni la puta cuando sangro 
y ya no duele, 
el verbo que escribía en tus disputas, 
y las horas muertas 
follándome tus "puede". 

No habrá calma que empalme mis deseos, 
ni locura que pueda al fin calmarme. 
Serás otro y siempre fuiste otro, 
seré tuya y nunca tuya, 
como siempre.

Y al fin nos veremos como fuimos, 
tú una canción triste
y yo Chavela, 
tú un ronco vacío entre mis chistes, 
yo la luna menguante entre tus piernas.

Y no seremos nada, y nada será el resto; 
más el polvo parecerá un amor tan vivo 
al rededor de nuestro amor tan muerto...


Akata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario