lunes, 2 de enero de 2012

Venas de humo


En tus lágrimas encierras la profundidad del mar entero.

Supongo que lo sabes...

El silencio cuando se espera interrumpido por la respuesta del otro, pesa como una losa de granito y se expande más rápidamente que la luz inundándolo todo con su nada.

El silencio es, aunque sea ausencia, y se te mete dentro y te hace un nudo en el corazón y te desgarra las entrañas, porque el silencio es en tanto que es nada en tanto que deja de ser lo que esperas,y lo que esperas es su voz.

¿Sigues llorando?

Cómo saberlo…¿en el silencio?

Ya no oyes sonido alguno, ya no hay respiración entrecortada al otro lado de la línea, ya no hay absolutamente nada, excepto el impensable silencio que, resulta que aunque sea impensable: es, y es terrible.

Lo más horrendo del silencio no es el silencio mismo, sino lo que no se dice en él.

Quieres oír un "no" o cualquier otra cosa, incluso darías el alma porque siguiera llorando y no contestase, porque al menos habría roto el silencio.

Es una cadena pesada de eslabones de acero, una cadena que te agarra de pies y manos y te arrastra.

Una cadena que no puedes romper y de la que no puedes liberarte a no ser que sea hablando él, porque cuando hablas tú no rompes el silencio.

Habitas en él.

¿Cariño?...

Te está dando silencio,te está mandando la señal inequívoca de que desea tu angustia y tu sufrimiento y tu muerte en ese mismo momento.

El silencio es la muerte.

La gente se equivoca cuando piensa que la muerte es una y eterna, no puede ser más falso.

Muertes hay miles todos los días del año.

Mueres ahora en el silencio, y únicamente puedes resucitar con su voz.

Te niegas a quedarte muerto para siempre.

Pero no hay voz y justamente esa no-voz es el silencio y la muerte.

Hay ruido de línea, porque la comunicación móvil tiene esas cosas, pero eso no es nada.

La nada es el silencio, la nada es su no-voz. Podrías estar en medio de un concierto de la filarmónica de Tesalónica y seguiría habiendo silencio.

Lo llevas metido dentro, el puñetero silencio...

Te ha atrapado por completo y lo sabes, y por más que huyas de él te persigue.

¿Escapatoria?

No la hay.

¡En absoluto la hay!

El silencio es completo y te tiene entre sus manos.

Juega contigo como un niño juega con un juguete.

¿O es él el que juega?

Oye,¿estás ahí?¿Estás bien?

¿Y a quién le importa?

A ti no, desde luego.















Soy Legión

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