lunes, 6 de febrero de 2012

Me armas


El hotel no está tan mal como pensaba, hay disparos entre el barro y una ráfaga de viento en la ventana. En la calle un niño roba a un indigente, que se esconde de la gente por temor a destaparles su propia mediocridad.Una puta me sonríe-le hago gracia- Le tiré la cuchilla que adorna la bañera, me recuerda a la escalera que me hacías bajar para besarte el sexo, como una droga cortada me endurece tu recuerdo, y ahí me quedo.

Pero si no quieres venir, no habrá charco de sangre, ni luego llegará el desastre de tocarme sola, ni más escritos cobardes, ni tinta de escombros. Si no quieres venir, apuraré el vino como el aire, y tragaré segundos antes de encontrarte, y aplaudirán los locos en todos los bares. Rompí la rutina y la recepción está vacía, un loro colgado del hombro de un viejo salpica con plumas mi absurdo desprecio. Y te extraño con odio aunque no quiera verlo, guárdame el secreto.

Pero si no quieres venir, no habrá baile abrazado a resacas, ni conversaciones blade runner, ni lectura en la cama. No reproché nada del viaje,no soy de esas que aguantan, y ahora el hotel me parece un enorme y cutre burdel de carretera con las puertas marrones y olor a sexo y gasolinera.

Las maletas desechas en la puerta de embarque, dos botellas de cerveza fría. No,hoy no espero a nadie.

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