sábado, 22 de diciembre de 2012

Sólo huesos

Vibra el móvil, retuerzo los párpados y sigo durmiendo.
No ha dejado de alterar mi cama.
Vibra él móvil, en sueños, leo todas las palabras que detesto,
todos los pretextos que yo puse un día: "Es demasiado tarde. Es demasiado pronto. Es temporal."
como decía V.V.
Pero siento la sábanas susurrándome que por primera vez hay algo diferente,
aunque sus ojos, en las noches de coche sigan siendo tristes.
¿Quién pudiera apagar esa tristeza?.- me repito.- ¿Quién pudiera acariciar el agua de sus lágrimas y
encender un fuego cualquiera, pero un fuego latente que aliviara su llanto?
Y luego me despierto,-Bah- y descubro que mis pies
tampoco han dejado de sentir ni por un segundo
la flojera de un camino recto sin destino.

Que si, que se que estoy más muerta que viva, y que mi cama, que ya ni se parece a la cama de ayer,
sostiene un cuerpo vacío que se arrastra de vez en cuando frente al espejo para
odiarse,
para hallar en su reflejo la profundidad del odio,
para sentir por diminuto que sea algún tipo de alivio al Horror Vacui que lo carcome.

Respiro.

Otro día enfermo.
Respiro, y vuelvo a ver los dientes del lobo que hay en mi;
Y me digo que cómo puedo ser tan estúpida por querer curar a alguien las heridas,
si lo único que he hecho con las mías ha sido ponerles húmedas tiritas.
Que cómo.
Que porqué querría yo sin ser, sintiendo nada, arreglar la oscuridad de otros.

Y vibra el móvil, y leo sin leer, paseando las pupilas hasta el teclado.
Y da igual que esté en un sueño, da igual lo patético o ridículo del monstruo que alimento.
Pongo una carita sonriente y empiezo de nuevo.
Escribir-te es lo único que me salva de ser sólo huesos.

1 comentario:

  1. Me encanta el último verso... en parte porque es muy ilustrativa (o yo de imaginación fácil, no sé) y en parte porque me identifico enteramente.
    Gracias por pasarte y darme lugar a más reflexiones, siempre es útil ver que tus palabras llegan a alguien.
    Un saludo!

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