domingo, 30 de junio de 2013

Ciempiés

  

Me partiré, apartaré la vida a cachos.
Con la falsa molestia del ciempiés,
que dice que son cien y no llega ni a
treinta.
Y ya le duelen los talones;
pero no se detiene. No se detiene.

Así que dime la verdad, por favor,
escribe sobre la verdad y se eco.
No quiero que luego me digan que por qué
no retumbaba nada,
que qué diablos pasa con tanto oxígeno en el pelo.
y si las rubias no quieren cagar, ¡Allá ellas!
Pero a mi sólo dime si esta batalla finalmente servirá.

Necesito un soldador porque estoy rota.
Pero suelo mentirme si el cielo se vuelve iridiscente.
"Si amanece no te pidas perdón. Y siempre amanece."
Así de simple.
Que llevo ya cinco años sin insultarme seriamente, sin
deleitarme con palabras de bondad que mueran pronto.
Por eso,
por eso, seguimos siendo monstruos,
por que los monstruos no saben medir las pesadillas.


Escribiendo en la servilleta manchada del café
contando un veintitrés,
haciéndole psicología inversa.






Akata-bah.

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