martes, 26 de junio de 2012




CILINDRO LUNAR



Al borde de experimentar como el resto del mundo se convierte en algo mío.
Me abro a la sociedad y sus tópicos, me dejo arrastrar por la marea de naderías que tantas otras veces ha enjuagado sin sentido a los que me rodeaban.
Soy un ser humano ¡por dios! ¡soy un puto ser humano sufriendo su propia muerte cósmica!
¿Qué hay que hacer para castigarse? Estoy cerca del fuego que una vez yo encendía;
estoy cerca, muy cerca del fuego y no pienso quemarme,
sólo me quedaré a mirar , mirar la llama un ratito.¿puedo?
Voy a quedarme en silencio cerca de la hoguera para contemplar como el fuego se lleva todo lo que no me pertenece, sólo un ratito,sólo,sóla...
Y luego, cuando pasen las horas, días, meses y me extrañe, volveré a ese día, el día fatal en que yo contemplaba el fuego creador, en que yo pude ser algo diferente.

Me impulsarán las fuerzas de la masa enérgica que se oculta en ese uno por ciento de probabilidad que es el destino, que no puedo controlar.
Me picarán los pies de fuego( mis ardientes pies de fuego) pero no podré huir de mi, no ya;
y estarás pensando en todo aquello que hiciste, y todo lo que no, 
¿Martirio podría ser el apellido? 
Dirás que puede empezar un nuevo día con la promesa de cambiarlo todo,
pero si no has cambiado nada aún ¿ Qué diablos esperas? 
La lógica del tiempo es aplastante, tu mente explota y ¡basta!
Pero sólo escuchas al gusano reptar por el oído gritando: “¡se libre, haz lo que los demás consideran blasfemia! Eso es lo que eres, cuerpo o no cuerpo, sangre o no sangre: Tú palpitas,y cuando alguien aprieta fuerte las venas te duele. ¿Qué vas a hacerle si eres músculo y caricia? ¿Qué vas a hacerle pequeña si estás rota?”

-Encontrarás un modo, eso seguro.

Cuánto es la gran duda.

-¿Me das tu mano? Tiemblas. Sólo quiero tu mano esta noche, no prometas, no beses, no me abraces, sólo tu mano, tus líneas, tu destino confluyendo junto al mío.
Tu huesuda mano.
-¿Ves la luna?
-No hay luna hoy.
- Pues yo la veo. Extiende tu mano, pero no me sueltes. Señala, apunta hacía arriba. ¿La sientes?¿Sientes la luna?
-No hay luna pequeña.
-Pero yo aprieto tus dedos y la veo, la veo...

Han pasado minutos, segundos, milésimas, y me duele nada. Ay...como me duele, como me duele.
A un paso de convertirme en instrucciones para aplacar la soledad,
a un paso de ser lo que todos desechan.

Si son almas llanas heridas buscando almas sobrias, duras, que son llanas y grietas.

Estoy apagando el fuego, y me consumo, apago el fuego y a oscuras siento las cenizas.
Estás aquí, en la habitación, lo noto, lo percibo,
vas a morir esta noche, vas a morir junto a mi para matarme.

Tienes frío, tu frente me roza y parece una montaña nevada.
Vas a morir, ¡dios! ¡Vas a morir y tu lo sabes!
He visto la luna y tu la muerte,
y ninguna estaba allí por la mañana.

Vas a morir siniestro moribundo, -dame tus ojos , tu vidrio, tu fuego-
Vete y déjame seguir latiendo, que hace frío.
Mañana habrá mil muertes,como mil y una noches estrelladas,
y tu cuerpo se ahogará junto a la hoguera.
Me duele, me duele y no es la cabeza, no es la pierna, la branquia, pero duele.
No hay manera de que estemos juntos bajo la manta.
Vas a morir y estaré sola, voy a comprobar el canelón por tus modales.
Esta noche tu vas a morir, y yo voy a matarme.



Akata.

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