martes, 10 de septiembre de 2013

Todo lo demás es lo de menos




Y ver su foto y encontrar el libro aquel que leía en el porche junto al cielo negro. Vaya, cavilando sobre la eternidad de lo que es y no, de lo que muere y no, que es todo y a la vez es nada. Y pensar que antes lo contemplaba como contemplaba la noche aquella, más opaca y oscura que sus ojos de cieno, y sentía el rugir de un ave hambrienta, el avivar de un fuego oculto. Y, ahora, ahora no puedo dejar de evocar aquel título casi revelador que Sartre se empeñaba en disfrazar como un modo de liberación inútil. Todos estamos condenados a ser esclavos, tropezones de la mala digestión del mundo. Y ver su foto y emblandecerme, derretirme, sentir una arcada espantosa que no deja de chillarme aquello que decía la canción: "So fuck you, fuck you, fuck you, and all we've been through." Y me siento débil y enferma recordando que me espetó que ya no tenía alma, como si yo, al borde de mi angustia, pudiera devolvérsela. Vaya... 


Akata.

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