martes, 30 de agosto de 2011

El pálpito


Así que corrió, como Usain bolt, como el jaguar, como Penélope cuando vió a Ulises aparecer tras la máscara, cómo shakespeare tras su julieta, como Diana tras su Andrés cuando el autobus los delvolvía sanos y salvos a la gloria y la dulzura. Y en lo alto vio un rayo que apagó toda la noche y cubrió de sombras la locura más lúcida y saltó y un segundo fue la mano de ella hasta su mano y no pudo y asomóse al vacío buscando una mirada y vio sus ojos tristes satisfechos sedientos de victoria y ella lloró como el niño de la piruleta cuando sintió que se acababa y como Penélope lloró cuando Ulises se embarcó en La Odisea y como Shakespeare cuando tuvo que matar a Julieta y como Diana cuando supo que Andrés no regresaría y lloró como eco que moldea al dolor y hiere el tímpano de Zeus lloró tan fuerte que la lluvia quiso apiadarse de ella y llorar en compañía lloró para que la luna supiese que la vida se apaga pese al fulgor de su arrullo tras el cristal día tras día y recordó el final de la frase mientras los huesos crujían: “ Sentí que algo conocido se había metido dentro de lo desconocido, había llegado al fin de algún sitio. Tuve un pálpito, fue el primero de muchos .”

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