lunes, 27 de mayo de 2013

A lo mejor también llueve cuando llueve cuando llueve cuando llueve cuando...

Hay un cielo más blanco, seguro, en otra parte del planeta; que tapa este cielo rojo de mis ojos. Un cielo en el que ya no vuelo, no respiro, no me cojo el sol con los dedillos para decirme que nada es tan difícil, o nada tan sencillo, simplemente extraño.Y que puede qué, aun gris, aun oscuro este cielo que me cubre, esta torpeza y el inútil insulto a mi poca inteligencia, en la lluvia se atrevan a un sarcástico rescate. Decirme que hay cielos también en otras cuevas, pero que tienen cúpulas no habitadas por estrellas, ni por lunas, ni planetas lejanos. Cielos en los que no existen ni olores ni rabias, ni decepciones que materialicen sueños distraídos. Allí puedo tomar un cacho, un cacho para dar a mi bermejo espacio la atronadora esperanza que merece. Por que si bien donde hay oscuridad puede crecer luz, donde hubo luz y se apagó, nada podrá nacer de las tinieblas.


Akata.

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