domingo, 29 de diciembre de 2013

El orden dulce de mi angustia




Me pesa la existencia. Veo como se dibujan las letras sobre el papel mucho antes de que yo las disponga. Me pica. Me pica. Me como una bala. Me cuesta definirme. No sé que será lo siguiente. Huir tal vez. Palabras son mentira, el aliento huele a comida que no existe. ¿Qué soy? No importa. Un monstruo. Quisieras ser un monstruo mas no existen. Estar y no estar. Las alas. Quién. Las alas son. Están. ¿Cómo saberlo? ¿Dormirse, quemarse, adornan el fuego y que se mueran? No sé. No sé. No sé. Ser alguien como el resto. La soledad, la vida, el miedo. El hombre que se sabe terminado, horriblemente seco. Satisfecho y a la vez terrible. Su semilla es blanca, luce fuerte; y teme. Como el árbol teme su incontrolable silencio, la ventisca que no pueda derríbarle. Pájaros, mazorcas amarillas. Quedar fuera de todo. Del tiempo. De todo. EL hombre teme una de sus partes, la que no es suya. EL brazo, el miembro rojo infectado de promesas. Pájaros. Se marcha. ¿Déjalos ahora? Ceniza. No hay ceniza en el paseo. Camina el sol de invierno. Rendirse o no es rendirse. Ver, ¿Con qué ojos vagos lo que ocurre? ¿Es quizá la realidad cansada de esperarse? Se tu mismo- gritan. Se mediocre- gritan. Tienen miedo. Forma, constrúyete un gran peso y trepa o llora rodeándolo de angustia. Constrúyete el modelo, la perfecta rebelación inútil. Te busco, amagando, ¿Dónde estás? ¿Qué importa? Pero sí importa, porque no hay ningún lugar en que te escondas. Mas no estás; ¿Dónde estas? Yo no te veo. ¿Qué yo?¿Qué yo? Yo no te veo. No te veo,¿ Quién eres? ¿Hay colores? ¿Tienes miedos propios o te excluyen? ¿Son tu pasado? ¿Qué ocurre? ¿No hay dilema?
Pretendes descubrir llantos y tierras: ríos. Esfuérzate, no elijes sólo. Acompañado de cuánto y cuánto vale ahora todo lo que abordan tus espaldas ¿Qué quedará si te marchitas? ¿Sonaran mañana las cuerdas de una guitarra leve? ¿La garúa que sólo existe en nuestros sueños? ¿Seré o no seré yo quien escriba tu mal nombre? Es la huella, la ambición, la vida innoble. Yo no creo en la justicia. Es el ser, el individuo. ¡Venga, cambia! Consumiendo mis lágrimas en la certeza de seguir hacia delante. Estoy mirando al aire ¿Sabes?
Las cosas a veces manifiestan sus olores, pero dejan de poder llamarse. Claro, y tengo dedos fríos. NO es aquello que llevaba, pero soy todo lo que te atemoriza. ¿Cuántas veces tendrás que arrepentirte?
Búscame en los vicios, en tu suerte nula, que no pierde quien vive acorde con lo hablado. Dame mil noches para oírme. las estrellas seguirán quemando ¿No ves que no tengo más antorchas? Escribo, sale de mis vahos. Ya no espero que me entienda nadie. Está el final, puedo morirme intensamente. Creo en mi aliento. No tengo tanto miedo como canto. Creo en mi aliento. "La mentira es fuerte." La locura. No voy a meter mi cabeza en el horno sin haber intentado primero derribarme a oscuras. ¿Quién eres? Nadie y para el mundo. No deseo otra forma, otra estrategia. Esta es la ausencia de mi clima. No me importa cuántas hojas hayan olvidado. Esto es. Me busco, no me enfado. Mírame, podré ser grande. Podré ser baile y más que nada; nadie. Palabras sólo eso. No. Palabras, todo esto.


Akata.

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