La mediocridad, el vacío, las libélulas azules los días de lluvia. Las naranjas podridas, el fracaso, los sueños enfermos, la vanidad y la evidencia. Aquí yace el miedo transformado en rabia, en ira, en verso y algo más.
jueves, 7 de junio de 2012
"Todo lo que había dentro ha muerto, y lo que había fuera.
Todo es sin ser nada, y existe porque si, sin un sustento.
Lloro porque el pecho no revienta, o porque llora la ausencia de colmarse,
lloro y no lloro por lo que no está en su lugar, por lo que ni nació ni ha extinguido,
sino un vapor que no significa.
¿Se explica este vacío? No se puede explicar un hueco mudo, un sordo grito de nada.
¿Pero, quién dijo que la nada no era nada, que la nada no dolía?
Aquí no se si alguien lo advierte, pero tengo una musaraña en las costillas.
No hay vaso, ni risa que me calme este hambre, el agujero del estómago que se extiende a la mente,
que reparte su olvido como un relámpago en la noche.
Si hubo un yo enano: calcinado.
Si hubo un elfo sabio: trozo y trizas.
Nada es lo que siento,
un Horror vacui sucio, ¡sucio!, oscuro y muy enfermo.
Me experimento triste por eso,
y por eso mismo, busco en el recuerdo de los que, un día,
me hicieron sentir viva,
de los que me tocaron las entrañas con los besos.
No queda nada que llevarse adentro, ni la cuchara de palo, ni el jarabe con saliva,
nada como hace ya algún tiempo;
buscando en sus buzones mi postal herida.
Por eso me merezco, por eso estoy tan sóla con los huesos.
Por eso, me acompaña una foto de como se hacía el amor, cuando el amor era mucho más que sexo.
Todo lo que había dentro, dentro: ha muerto;
ni nació, ni ha extinguido,
otrora estrella joven en el centro."
Akata
[...]Vuelvo a verte, moreno entre la gente, tan guapo como siempre,
pero ahora en los hoteles muerdo otra ropa interior.
Andrés Suarez
jueves, 31 de mayo de 2012
Dicen...
LA VIDA TIENE QUE SEGUIR
La vida tiene que seguir, como los troncos o los mástiles que aprietan.
No importa si hay ruinas o berbenas, ella continua y continua.
La vida tiene que seguir, con o sin ti, con y contigo.
Sin avisarte de la siguiente vomitera, sin enseñarte el sentido
de lo cierto, o la culpa o la mazmorra. Ella sigue, y seguirá,
y no podrás parar tus pasos.
Aunque mires atrás ella estará
abierta.
Será la flor que no quisiste regar y se hizo bella.
La vida "existe, pero duele", y no ahoga, ni refranea, ni aprieta
tanto como dicen.
Sólo es el segundo previo al REM y su odiosa despedida.
Sólo es un segundo intenso que se hace oscuro y después todo.
La vida tiene que seguir, como la vida.
Akata
"Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible, que podemos mirarlo como a una criatura oscura, tanto más ajena a nosotros, cuanto más cerca la sentimos. Si uno de estos pequeños granitos enferma, el resto del organismo enferma también. Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel, más hondo… el más injusto. Pasé mi vida amando a una mujer que amaba a otro que no la amaba sino que amaba a otra de la que nunca supo si la correspondía. Era un tiempo en el que miraba al futuro con más esperanza que miedo."
http://www.youtube.com/watch?v=CzSt9rC-ziE
La vida tiene que seguir, como los troncos o los mástiles que aprietan.
No importa si hay ruinas o berbenas, ella continua y continua.
La vida tiene que seguir, con o sin ti, con y contigo.
Sin avisarte de la siguiente vomitera, sin enseñarte el sentido
de lo cierto, o la culpa o la mazmorra. Ella sigue, y seguirá,
y no podrás parar tus pasos.
Aunque mires atrás ella estará
abierta.
Será la flor que no quisiste regar y se hizo bella.
La vida "existe, pero duele", y no ahoga, ni refranea, ni aprieta
tanto como dicen.
Sólo es el segundo previo al REM y su odiosa despedida.
Sólo es un segundo intenso que se hace oscuro y después todo.
La vida tiene que seguir, como la vida.
Akata
"Dicen que a través de las palabras, el dolor se hace más tangible, que podemos mirarlo como a una criatura oscura, tanto más ajena a nosotros, cuanto más cerca la sentimos. Si uno de estos pequeños granitos enferma, el resto del organismo enferma también. Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el más cruel, más hondo… el más injusto. Pasé mi vida amando a una mujer que amaba a otro que no la amaba sino que amaba a otra de la que nunca supo si la correspondía. Era un tiempo en el que miraba al futuro con más esperanza que miedo."
http://www.youtube.com/watch?v=CzSt9rC-ziE
·Película: A los que aman.
·Foto: Juan Yanes.
lunes, 28 de mayo de 2012
BUENO, DESPUÉS DEL INVIERNO SIEMPRE LLEGÓ EL VERANO
Te quise, oh, bien saben los hados cuanto di de mi a tu nombre, que todas las letras
se pronuncian diferentes.
Te quise, y me entregué sin esperar a Godot, ni a tu amor,
ni a tu risa.
Las distancias me las tragué con las lágrimas nocturnas, porque
te quería.
Escribí los versos, fruncí el ceño y aún así te quise, devoré tus sonrisas para
alimentarme en la desidia,
resurgí del fuego por tus días, por no dejarte sólo, por no morir de hambre de quererte.
Y aquí estoy, más vagabunda que otra cosa, escuchando al corazón decir: Lo siento.
Yo te quise, vida mía, te quise eternamente y sin silencios.
¿Y tú, me quisiste?¿me quieres todavía?
¿Porqué las farolas se han fundido?¿Dónde está mi calle, mi casa, nuestros hijos?
¿Dónde está el vestido blanco de domingo?¿Las caras en pantalla bajo sexos tibios?
¿Y que he hecho yo para no odiarte?¿ Y cómo, qué hice yo pa´no quererte?
Porque me engaña el dolor y siento vértigo, tu ausencia en mi pecho me lo advierte.
Te quiero en otros cuerpos,
un vaso se desliza por mi vientre,
amo la llama y tu eres aire,
dos carbones negros se relamen, y yo ya no te quiero, ¿ y si te quise?
No te quiero, no te quiero.
Duele, ¿sabes?
Porque quise quererte todo mío, busqué hallarme en Galway contigo, como dos troncos deslizándose entre piedras, aferrándose al destino, a madreselvas;
a la certeza de saberse unidos.
El amor pudo conmigo, cielo mío, el amor me dio en la sien una mañana, al bajarme de la cama al desayuno. Dijo el reloj: es tiempo de navíos.
Estoy llorando, ¿porqué no me consuelas? La vida no me sirve, sólo oígo el frío.
Estoy llorando y no te quiero, nunca. Estoy llorando a mi cadáver, en los márgenes: hastío.
Yo no quería no quererte ¿sabes?
Te amé mal ¿quién pudo decirlo?
Si te hice daño fue serpiente y no la sangre
yo puse oro, esmeralda y zafiro.
Fui el perro en la calle famélico de llaves
con los metales mojándome el hozico, hubiera dado mis piernas por tu carne.
Ahora mis piernas son lo único que escribo.
Y te quiero en el recuerdo, amigo mío, que pronto no será más que lamento.
Sufriré mi desdicha como es propio, por no saber amarte, alcohol amargo.
Más también digo: no me verás borracha ya en los bares, ni
encontrarás las pruebas del delito. No tendré que caer para encontrarme,
y seguiré caminando aunque me niegue.
Se abrirá el yo que me robaste, y blandiré la espada si es preciso.
Contra el aire que eres en mi mente, habrá fuego derretido y liso,
aplastándote sonriente y agradable.
No se si me querrás, o si es lo justo,
más ahora no puedo ya ayudarte.
Sufriré y amaré, aunque te extrañe. Por que te quise, ¿lo sabes?
Yo te quise ¿lo sabes?
Akata
30 Seconds To Mars – The Story
sábado, 26 de mayo de 2012
"Era el caos mismo abriéndose ante ella, como un todo perfecto, como el máximo poder del sufrimiento azotándole la mente. Al fin se acababa el tedio del orden y el equilibrio. Se consumían las horas de saber “qué hacer” y “qué decir” y se pasaba única y exclusivamente al descontrol, a no hallar la respuesta adecuada, a no buscar la respuesta adecuada. Era la vida estallando en un segundo, desde el instante en que todo el camino andado se iba desmoronando tras sus pasos. Una firme decisión, sin el miedo que provoca el desasosiego y la inestabilidad, y las cosas encontraban su razón de ser, su sentido. La vida gris y la aflicción se tornaban euforia repentina, un cúmulo de sensaciones drenándole las venas. <<Podría acostumbrarme a esto>> .-Pensó. Pero sabía que el caos estaba en ella como el Karma en el universo, encajando las piezas de un puzzle que nunca nadie terminaría."
Akata.
<___________________________________________________>
Es la mejor de todas las sensaciones, la mejor de las rutinas, la única rutina que estaría dispuesta a mantener para el resto de mi vida. La única que quiero que sea mencionada cuando muera, el único aliento que no me importa exhalar en cada calada de oxígeno viciado. No puedo explicar lo que es sentirse de esta forma, tan pesado y tan liviano a la vez, con la capacidad de comprenderlo todo en ese lapso de tiempo en el que el corazón bombea más fuerte que nunca, y en que los pies nos guían hasta joder todos los esquemas perfectamente estructurados en nuestra cabeza. No cambio por nada del mundo- ni ego, ni dinero, ni la verdad absoluta si existiera.- la sensación de vestirme ante el espejo, atar las cordoneras contra el tiempo, sentir los nervios previos. No podría nada reemplazar este miedo,este vértigo y este placer que experimento cuando echo a correr y dejo atrás la puerta de mi casa, mis obligaciones, mis letras, mis ratos de mierda frente a esta pantalla. Es como volar, sentirse inmenso, sudando todas las pupilas de los que no importan. Se acalla el mundo y por desgracia los fantasmas que conservo se manifiestan al ritmo de rap, o de rock, o de un piano apagándose. Y eres tú, tan tú que la primera vez que te enfrentas al trote aterra. La máquina en constante movimiento, perfecta, corriendo sin dirección fija, mostrándote en lo más profundo lo imperfecto que eres.
Cuando corres: observas, y entiendes la soledad en otra de sus vertientes. El corredor siempre está sólo, pero cuando afronta su soledad disfruta más de la compañía de los que lo rodean, y de su propia compañía. Yo libero endorfinas cuando hago un sprint en el carril de detrás de mi casa, o cuando veo a un perfecto desconocido que corre a mi lado y me sonríe. Soy feliz a muchas horas del día - no podría tampoco quejarme de la rutinaria hora de la comida- pero cuando corro, oh, dios, cuando corro no tengo que esconderme de nada, no tengo que gritar para que me oigan, ni hablar para que me entiendan. No necesito esa comunicación, ni tampoco necesito todo lo demás. Cuando corro me basta con la belleza del mundo.
La mejor meta, la impagable es aquella en la que toco de nuevo el metal de mi puerta y todos mis músculos regresan a su sitio. Pienso en la ducha, en la satisfacción de una nueva victoria, aunque el único enemigo sea yo misma, y me siento pletórica. Ya ves, menuda mierda de rutina ¿no? A veces hasta yo me pregunto, ¿cómo podré poner tanta pasión a algo que mucha gente considera insípido y monótono? Pues yo que se, joder, pero me hace sentir bien, me hace respirar y entender-me, me hace entender-te y abrazarme a esta existencia como lo más extraordinario que probablemente pueda llegar a conocer. Si, ya ves, una cosa tan simple como correr.
Akata.
Akata.
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Es la mejor de todas las sensaciones, la mejor de las rutinas, la única rutina que estaría dispuesta a mantener para el resto de mi vida. La única que quiero que sea mencionada cuando muera, el único aliento que no me importa exhalar en cada calada de oxígeno viciado. No puedo explicar lo que es sentirse de esta forma, tan pesado y tan liviano a la vez, con la capacidad de comprenderlo todo en ese lapso de tiempo en el que el corazón bombea más fuerte que nunca, y en que los pies nos guían hasta joder todos los esquemas perfectamente estructurados en nuestra cabeza. No cambio por nada del mundo- ni ego, ni dinero, ni la verdad absoluta si existiera.- la sensación de vestirme ante el espejo, atar las cordoneras contra el tiempo, sentir los nervios previos. No podría nada reemplazar este miedo,este vértigo y este placer que experimento cuando echo a correr y dejo atrás la puerta de mi casa, mis obligaciones, mis letras, mis ratos de mierda frente a esta pantalla. Es como volar, sentirse inmenso, sudando todas las pupilas de los que no importan. Se acalla el mundo y por desgracia los fantasmas que conservo se manifiestan al ritmo de rap, o de rock, o de un piano apagándose. Y eres tú, tan tú que la primera vez que te enfrentas al trote aterra. La máquina en constante movimiento, perfecta, corriendo sin dirección fija, mostrándote en lo más profundo lo imperfecto que eres.
Cuando corres: observas, y entiendes la soledad en otra de sus vertientes. El corredor siempre está sólo, pero cuando afronta su soledad disfruta más de la compañía de los que lo rodean, y de su propia compañía. Yo libero endorfinas cuando hago un sprint en el carril de detrás de mi casa, o cuando veo a un perfecto desconocido que corre a mi lado y me sonríe. Soy feliz a muchas horas del día - no podría tampoco quejarme de la rutinaria hora de la comida- pero cuando corro, oh, dios, cuando corro no tengo que esconderme de nada, no tengo que gritar para que me oigan, ni hablar para que me entiendan. No necesito esa comunicación, ni tampoco necesito todo lo demás. Cuando corro me basta con la belleza del mundo.
La mejor meta, la impagable es aquella en la que toco de nuevo el metal de mi puerta y todos mis músculos regresan a su sitio. Pienso en la ducha, en la satisfacción de una nueva victoria, aunque el único enemigo sea yo misma, y me siento pletórica. Ya ves, menuda mierda de rutina ¿no? A veces hasta yo me pregunto, ¿cómo podré poner tanta pasión a algo que mucha gente considera insípido y monótono? Pues yo que se, joder, pero me hace sentir bien, me hace respirar y entender-me, me hace entender-te y abrazarme a esta existencia como lo más extraordinario que probablemente pueda llegar a conocer. Si, ya ves, una cosa tan simple como correr.
Akata.
miércoles, 9 de mayo de 2012
Décimas
DÉCIMAS DECÍAMOS Y MIRA
Que todo va y viene, que todos tenemos nuestros más y nuestros menos, que no hay persona más sabia que la que dijo eso de `carpe diem´. Que da igual lo que piensen los demás, que hay que ser egoísta para llegar lejos, que si puedes lo haces pero no lo intentas. Que vivas cada milésima de segundo como a ti te parezca, puede que a la milésima después te arrepientas pero lo hecho, hecho está y apechugas y a seguir.
Que si conseguiste entrar, puedes salir, que tan fácil has podido subir tan fácil te pueden hacer bajar. Que no te marque tu edad, que rompas las estadísticas, que las leyendas no nacen, se hacen y que las cosas son cuestión de perspectiva".
¡Que vivas, coño, que vivas!
domingo, 22 de abril de 2012
Para ella sólo había sitio en la alfombra
Ana abrió la ventana y el mundo se estampó en su cara. El viento y todas las palabras se le agolparon en el pelo, muy cerca de la sien, y empezarón a convertirse en entretelas y tapices de fuel plomizo. Estaba escuchando por primera vez las olas del mar, estaba, no sólo oliendo la sal, sino escuchando la sal mecerse en cada una de las ráfagas de aire que sacudían los cristales. Estaba acariciando el máximo placer de sensaciones cuando Max extendió los dedos con el cigarro a punto de apagarse.
-¿Todo bien?
-Si.- Ana tardó en contestar.
-Tienes que irte ya. No quiero que estés por aquí cuando haya anochecido.
Ana aspiró el humo del cigarro y se tocó los pezones, aún estaban hinchados y húmedos.
-Está bien esto. - dijo ella sonriendo como si acabasen de rajarle las comisuras. -¿A que te refieres?
-A esto, a que seas claro, ya sabes. La gente de hoy en día da muchos rodeos cuando tiene que pedir algo. Tú lo pides y punto, y si te lo dan lo saboreas como si siempre hubiese sido tuyo, como si hubiera estado ahí esperando para ti, pero sino, sino te la suda. Te fumas un cigarro y te vas por donde has venido. Eso me gusta.
Bueno, creo que es mejor disfrutar lo que te brindran que pasarte la vida como un perro corriendo detrás de los coches.- Max se puso a su lado y se llevó la mano al estómago en señal de hambre. El sol cucaba sus enormes ojos negros.
-Lo único malo de todo esto es que cuando yo me vaya no volverás a verme. ¿Eso también lo sabes no?.- dijo Ella sin apartar la vista de las olas.
-Contaba con ello.-Max le enseñó los dientes.- Fue una bonita noche.
-Pero yo se que vas a llamarme, es cuestión de tiempo.- Ana dejó qe la ceniza le cayese por el pelo.- A lo mejor tardas un poco más que el resto, unos meses, quizá un año; pero un día, te despertarás y te sentarás en un bar de mierda desayunando café y te acordarás de mi cara, y de mis tetas, y de como me reía cuando ibamos corriendo con los litros en la mano calle abajo hasta la playa, y de como lo hicimos en esa cama mientras te sangraba la espalda.
Te acordarás, y luego, cuando pasen unas horas llamarás esperando repetirlo. Pero seré yo quien no lo coja esa vez, seguramente ni siquiera reconozca tu móvil.
-¿ Y por que coño iba yo a hacer esa gilipollez?
-Porque ahora no lo sabes, pero probablemente este sea el mejor día que hayas pasado en tu vida.
-Permíteme que lo dude.
-Dímelo dentro de un año.- Ana le guiñó un ojo, cogió el vestido blanco, se lo puso y sin decir nada le mordió el labio una vez más.- Cuidate.
<< Está flipada, no sabe ni quién soy. >> .- pensó Max mientras la miraba irse por las escaleras.
El viento seguía soplando, y el mar, gemía a lo lejos casi con más fuerza que en la madrugada. La sal se agarró a todos los poros de su cuerpo desnudo, y el silencio se adueño de la habitación que antes gritaba. Sólo una cosa le hizo darse cuenta de que estaba jodido, un acto reflejo que le hizo saber que ella tenía razón.
Cuando únicamente habían pasado unos minutos, Max se acercó a la ventana y la buscó. Buscó a Ana y la espalda de Ana, la sonrisa de hija de puta de Ana, busco el culo de Ana y sus caderas, buscó el contoneo de sus caderas calle abajo, y también buscó la transparencia del vestido blanco. La buscó, y uno no busca aquello que no desea volver a encontrar. Se apoyó en el marco con los brazos desnudos y allí se quedó, viéndola largarse calle abajo mientras se le ponía dura la polla y la mente.
<< ¿Estoy jodido?>>.- Pensó Max.- Pues no es para tanto.- dijo él en voz alta mientras sonreía y acariciaba el móvil con la mano izquierda.- no es para tanto.
Akata.
jueves, 19 de abril de 2012
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