domingo, 23 de enero de 2011

Sin duelo no hay tregua.


- Tengo que hacerlo.
-¿Ahora?.- se humedeció los labios.-¿porqué ahora?
- No tengo elección. No puedo suspender mi vida sólo por que no sepa que quiero de ella.
- No digas tonterías. Acabas de perder tu empleo y has dejado a María Elena. Necesitas un respiro. Necesitas...tiempo.

-¡Pero tiempo es lo que no tengo Adrián!. Mi padre me necesita en Galicia y tengo que darle a Cristina lo que se merece. Hemos estado en un tira y afloja durante siete años tío.¡ Siete años!¡ No puedo venir ahora, dejar a mi novia y decirle a Cris que necesito una prórroga!.- Luis hizo una pausa mientras se frotaba las manos sudorosas en el pantalón.- ¿ es que no lo entiendes?

- Tienes razón, por una parte tienes toda la razón. No puedes dejar a tu padre tirado ahora que se ha quedado prácticamente sin mano de obra en la fábrica. Y también se todo el rollo de Cristina...¡Lo se, joder , lo se! Nadie ha estado más apegado a ti durante todos estos años que yo. Pero te digo una cosa...Nadie te necesita más ahora que tú mismo.

-¿ Qué?.- la cara de incredulidad de Luis hizo que Adrián se echase a reír.- ¿ De que te estás riendo, tío? No tiene gracia.

- Mira, ya, fuera de coñas. Tienes que relajarte. A menudo, cuando las cosas se nos echan encima y nos vienen de golpe, solemos actuar como lo estás haciendo tú, a la ligera y sin reflexionar.

- No puedo hacer nada más, en serio, ya vale. Esto se acabó.- dijo Luis dando por zanjada la conversación. Cuando ya se estaba alejando, Adrián le gritó desde el banco.

- ¡Tú mismo tío!¡pero sin duelo no hay tregua! Y puede que ahora te parezca la mejor opción, pero cuando estés en Galicia trabajando 6 meses en una fábrica de cosméticos te preguntarás qué coño haces allí y por qué diablos no tomaste tiempo para buscar un trabajo que te gustaba mientras echabas algunas horas ayudando a tu viejo.- Luis dejó de andar.- ¿Y sabes lo que también te pasará? Que empezarás una nueva relación con Cristina. Todo será como esperábais, lleno de rosas, velas, cine y sexo. Pero no habrás tomado tiempo para olvidar a María Elena. Y el día menos pensado, pasarás por su calle y todos los recuerdos se agolparán y te destrozarán por dentro. Pensarás en el sufrimiento que te tocó vivir cuando vuestra relación acabó, y que no llegaste a experimentar por que debías actuar.- Ahora Luis caminaba hacía él lentamente.- Y llegará un día en que mirarás a Cristina y sólo verás derrota e insatisfacción. Te sentirás podrido. No te aguantarás ni tú.

- Y entonces.- suspiró Luis volviendo a sentarse en el banco.- llegará el día en que quiera regresar, y quiera volver atrás para hacer las cosas bien y ya no pueda.

- No. Siempre podrás hacer las cosas bien. Siempre podrás empezar, pero no podrás eliminar esa carga. A menos...-Adrián sonrió.

- A menos que tenga mi duelo.
- Eso es tío. Un duelo. Las cosas pueden esperar un tiempo si es lo que tú necesitas. Si esas cosas desaparecen de tu vida, tal vez no estaban hechas a tu medida.

- Necesito pensar amigo...Necesito soledad.

- ¡Eh tío! ¡No te pases!.- dijo Adrián golpeando en el hombro a Luis mientras esbozaba una sonrisa.- No te pases...

No hay comentarios:

Publicar un comentario